No se si es porque ya llegó el otoño y me ha entrado esa
morriña que me entra en esta época (añorando los buenos momentos del verano,
que aún sin tener vacaciones, he disfrutado) o porque se que las flores siempre
le animan a uno el alma. Hay tanta variedad en el mercado que muchas veces
confundimos unas con otras. Pero eso no importa, si siempre fuésemos capaces de
colocar en cualquier rinconcito, aunque solo fuese una flor, estoy segura que
al mirarla nos traería tantos recuerdos que no querríamos nunca perderlas de
vista. ¿Os cuento un secreto? A mi me hace recordar cuando con ocho o nueve
años, en esta época, íbamos al cortijo de mis abuelos para pasar allí el día y
nada más llegar había un sendero llenito de florecillas silvestres que me
alegraban un montón…jejeje y eso era casi lo único porque a mi lo de los
bichos…jajajaj, pero siempre que veo flores tan lindas como las de hoy, sonrío
al recordar esa escena que os he contado. Espero que también tengáis un momento
inolvidable en vuestro corazón y con ellas os venga de nuevo a la memoria.
Feliz comienzo de semana!!!
Muchas de las fotografías utilizadas en este blog han sido encontradas en la web y desconozco su autor. Si crees que alguna foto no debe ser publicada o conoces su procedencia ruego me lo indiques, para retirarla o identificar al autor.
a mi me encantan las flores. algo que adoro de la cultura británica es esa costumbre de tener flores frescas en casa, en cualquier rinconcito de la ciudad encuentras un pequeño puesto de flores, o esos grandes mercados de flores... ¡que me gusta!
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